en las paredes del local había notas, cartas, servilletas y recortes de diario de agradecimientos venidos de personas que le habían pedido su consejo al sr.garcía...
los problemas podían ser éticos, económicos o de cualquier otra índole pero la experiencia del sr.garcía en cualquier rubro era tanta que respondía inquietudes dando soluciones con la paz espiritual de un gurú...
uno de los consejos más conocidos del sr.garcía fue el que le dió a la mujer de un chef mujeriego de apellido ramírez que vivía a la vuelta del local... ella era conocida en el barrio por sus gritos al encontrar a su marido en situaciones dudosas o in fraganti...
pedido el consejo al sr.garcía este le indicó que si quería que ese matrimonio tuviera alguna posibilidad de éxito debían encontrar una forma de combinar sus pasiones: las de su marido... la cocina y las mujeres... y las de ella... gritar y sus ganás de matarlo... para que surgiera de todo eso una solución superadora...
una mañana pasé por la puerta del local camino a la parada del colectivo y escuché a aquella señora abrazando al consejero al grito de "¡te adoro garcía!"... y tan sólo un par de años después vi un promocionado restaurant afrodísiaco con el nombre "¡te mataré ramírez!" que le dieron la razón y una carta de agradecimiento más a la pared del viejo de la calle teodoro...
