no sé si alguna vez vieron en la calle florida... a un viejo vendedor ambulante, de las épocas en las que inclusive ese rubro mantenía su estilo.particularmente hace tiempo no lo veo pero siempre me reservé una cuota de admiración para ese señor grande, que aunque encorvado no perdía su elegancia.
se vestía de traje y corbata, se peinaba con el empeño que yo no le pondría ni a un solo cabello, con una fina estampa robada de otros tiempos en los que la gente lo veía al pasar.
en mi pobre imaginación pensé en una historia común que le encajara... la de un señor ya viejo levantandosé antes del amanecer... en una casa de barrio antigua y alejada... vistiéndose cada día para una fiesta única en la que florida sería el salón y los peatones los invitados...
invitados que a medida que pasaron los años fueron perdiendo la visión, al igual que él y no vieron más a aquel hombre recostado contra una vidriera, ofreciendo ballenitas, curitas y alfileres en voz baja... los que todavía tienen el don de verlo y comprarle una cajita de curitas para una ampolla que nunca existió, sólo pueden ser capaces de rechazarle su "gracias" para decirle "gracias a ud" por el empeño de una persona que nunca perdió el orgullo de hacer lo que sabía como mejor lo sabía hacer... gracias sr. ha sido un gusto...
