miércoles, 5 de junio de 2013

los ojos de dios

dios es dios, pero ni siquiera él puede estar en todos lados al mismo tiempo. su necesidad de ser testigo de todos los eventos sobre la faz de la tierra hizo que creara un ejército de espías imperceptibles a los que se refería como in-sectum... esta denominación indicaba su pertenencia a una secta, un pequeño grupo de seguidores de dios -pequeño en tamaño pero no en cantidad- que serían los encargados de reportar las acciones humanas a su creador.
los in-sectum tendrían la responsabilidad de registrar por aire, por tierra, o en cualquier dominio en donde estableciera su presencia un ser humano, todo pequeño evento para reportarlo al señor.
en la antigüedad este hecho era conocido y aceptado por la población que encendía fogatas gigantes para atraer la atención de los in-sectum cuando querían comunicarle algo a su dios o prendían velas alrededor de los altares para que se acercaran y fueran los comunicadores formales de su veneración.
cuando el pueblo se fue alejando de dios, los in-sectum pasaron a ser testigos molestos que debían ser eliminados. para esto se crearon diversos pesticidas y venenos, las fogatas se apagaron y la gente fue poblando las ciudades alejándose de los campos, bosques y tierras en las que habían demasiados ojos para controlar, con el solo objetivo de evitar que dios fuera testigo de las acciones de una humanidad que ya no quería tener esos ojos inquisidores encima.
es por eso que la sola presencia de un ser tan pequeño en nuestro hogar nos resulta desagradable y reprobable... ocurre que al culpable que se siente tal, le incomoda más ver su culpa a través de los ojos de alguien más...
ya verán... el tema de los insectos no es tanto un tema de limpieza hogareña, el eliminarlos pasa más por mantener limpia la conciencia...